Hoy en día se sabe que transmitimos y contagiamos los estados de nuestro sistema nervioso a las personas de nuestro alrededor, especialmente a los niños y niñas con quienes nos relacionamos.

Por eso, lo más importante para generar un ambiente relajado y seguro en el aula es el estado corporal y emocional de la maestra o educadora.

Sin embargo, el día a día del aula puede llegar a ser tan desafiante que termina provocándote una sensación de estrés e impotencia ante los retos cotidianos que supone acompañar a la infancia, dejándote cansada y sin ganas.

Entonces… ¿Cómo podemos estar disponibles si nos encontramos así?

Somos conscientes de que hay muchos factores que condicionan lo que ocurre en la escuela, desde la propia estructura del sistema educativo (ratios, horarios, exigencias curriculares), hasta las realidades de cada criatura (familias con escasos recursos económicos o ausentes durante muchas horas al día).

Aún así, y sin olvidarnos de la reivindicación como colectivo, apostamos por una labor muy personal e íntima para poder transformar esa realidad. Porque el único lugar en el que podemos influir verdaderamente es en nosotras mismas.

Este taller está pensado como un espacio de reflexión, crecimiento y aprendizaje para que puedas implementar en tu día a día algunas medidas que favorezcan tu bienestar y, por añadido, el de los niños y niñas.

Un aula en calma empieza en ti. En esa mirada hacia adentro para conocerte mejor mientras buscas las herramientas que te ayuden a mantener el centro ante la tormenta del exterior.