
La importancia de la tarea docente
Estos últimos meses, estamos yendo a varias escuelas infantiles y colegios públicos a ofrecer alguna de nuestras charlas. Y en ellas conecto con una profunda sensación de agradecimiento y gratitud.
Me conmueve que educadoras y maestras, después de una larga jornada de trabajo, quieran seguir buscando maneras más respetuosas de acompañar a sus alumnos.
En esas aulas que muchas veces han llenado de materiales comprados con dinero de sus propios sus bolsillos, alargan el día de trabajo hasta cuatro horas para seguir haciéndose preguntas, cuestionándose.
Muchas veces, allí con ellas, me emociono hasta las lágrimas.
Y hoy escribo para reconocer su tarea, su compromiso.
También el tuyo.
Porque si estás aquí, seguramente también estés en ese camino de búsqueda.
Alimentando esa esperanza, esa intuición que tienes, de que otra educación es posible.
No hace falta que sea el día del docente para decir: “yo sí veo lo que haces. Y tiene un gran valor.”
Porque, en palabras de José Mª Toro: “hace falta un corazón grande, para dedicarse a los más pequeños”.
Cada vez somos más las valientes que renovamos nuestro compromiso con la infancia y nos atrevemos a transitar los caminos menos comunes.
Y tenemos que seguir encontrándonos para dejar de sentirnos tan solas. Para nutrirnos.
Pronto abrimos las inscripciones para el camino que te invitamos a transitar. JUNTAS.
Ojalá encuentres un momento hoy, para tú también reconocer(te) tu tarea.
Y mañana seguiremos reclamando que también lo hagan los demás.
Hoy, de mí para ti. Y de ti para ti misma.