LA RIQUEZA ESTÁ EN LAS RELACIONES
Muchas personas se han visto afectadas económicamente ante esta situación de pandemia; han perdido el trabajo o han tenido sus ingresos sustancialmente reducidos. En tiempos de incertidumbre general, añadir una inseguridad económica genera aún más angustia y preocupación, porque nos conecta con una vivencia de falta y escasez que va ocupando todos nuestros pensamientos…
Como familia, también nos hemos visto afectados a nivel económico. Hemos tenido que buscar soluciones para afrontar diversos pagos, hemos tenido que tomar decisiones sobre el futuro y sobre el presente, por momentos nos hemos sentido frágiles y sin recursos. Y en medio a todo ese ruido mental sobre cómo seguir… de repente la vida se abrió paso y trajo otros mensajes: los dueños de un restaurante cercano nos ofrecen ñoquis gratis para celebrar el 29 (una tradición italiana), una amiga me regala alimentos, cuentas grandes que tenían que ser pagadas encuentran soluciones alternativas, se estropea el coche pero nos prestan uno…
Con inmensa gratitud, percibí que la abundancia no tiene que ver, mayoritariamente, con nuestra situación económica, ni con la capacidad que tengamos para comprar muchos productos o servicios. Nuestra pertenencia a la vida está marcada por las relaciones personales que construimos, por la red que creamos y nutrimos a nuestro alrededor. Lo esencial sigue siendo poner la vida y las relaciones en el centro, aunque el contexto nos traiga dificultades y, quizás, nos haga tener que cambiar nuestro modo de vida en algunos aspectos. Si somos capaces de sostener la red humana que tenemos cerca en nuestro día a día, podemos confiar absolutamente en que seremos sostenidos por ella cuando lo necesitemos.
Ante la aparente escasez, esta fabulosa red humana nos recuerda que hay riqueza, mucha riqueza, en el encuentro humano y en la amistad; que cuando algo nos falta otro nos lo ofrece, y podemos recibir porque más adelante, ojalá, volveremos a dar.
Fernanda Bocco